miércoles, 25 de agosto de 2010

Nos acostumbramos a vivir en casa y porque no se tiene vista, luego nos acostumbramos a no mirar para afuera y porque no miramos para afuera, luego nos acostumbramos a no abrir del todo las cortinas y porque no abrimos del todo las cortinas, luego nos acostumbramos a encender más temprano la luz.

Y a medida que nos acostumbramos, olvidamos el sol, olvidamos el aire, olvidamos la amplitud…

...Nos acostumbramos a despertar sobresaltados porque se nos hizo tarde; a tomarnos el café corriendo porque vamos atrasados; acostumbramos a no mirar para afuera; a leer el diario en el autobús porque no podemos perder tiempo; a comer un sándwich porque no da tiempo para almorzar; a salir del trabajo ya de noche; a dormir en el autobús porque estamos cansados; a cenar rápido y dormir pesados sin haber vivido el día.

Nos acostumbramos a pensar que las personas cercanas a nosotros estarán siempre ahí y a creer que están bien, sin preocuparnos por averiguarlo; a esperar el día entero y finalmente oír en el teléfono: “Es que hoy no puedo ir…” “A ver cuándo nos vemos…” “La semana que viene nos reunimos…”

A sonreír a las personas sin recibir una sonrisa de vuelta.

A ser ignorados cuando precisábamos tanto ser vistos.

Si el cine está lleno nos acostumbramos y nos conformamos con sentarnos en la primera fila aunque tengamos que torcer un poco el cuello.

Si el trabajo está complicado, nos consolamos pensando en el fin de semana;

Y si el fin de semana no hay mucho que hacer,o andamos cortos de dinero, nos vamos a dormir temprano y listo, porque siempre tenemos sueño atrasado. Nos acostumbramos a ahorrar vida…

...Que, de a poco, igual se gasta y que una vez gastada, por estar acostumbrados¡ NOS PERDIMOS DE VIVIR !…

Existe un dicho: “La muerte está tan segura de su victoria, que nos da toda una vida de ventaja”.

El tiempo no se puede atrapar, mucho menos almacenar; nuestra existencia transcurre a gran velocidad, pero mientras tengamos vida, tenemos la oportunidad de cambiar nuestros hábitos, de tener una mejor calidad de existencia, de aprovechar y disfrutar cada respiro cada latido de nuestro corazón .La vida no hay que ahorrarla…Hay que vivirla ¡...P L E N A M E N T E… !

viernes, 20 de agosto de 2010

  Nadie...












Nadie alcanza la meta con un solo intento, ni perfecciona la vida con una sola rectificación, ni alcanza altura
con un solo vuelo.

Nadie camina la vida sin haber pisado en falso muchas veces...

Nadie recoge cosecha sin probar muchos sabores, enterrar muchas semillas y abonar mucha tierra...

Nadie mira la vida sin acobardarse en muchas ocasiones, ni se mete en el barco sin temerle a la tempestad,
ni llega a puerto sin remar muchas veces...

Nadie siente el amor sin probar sus lágrimas ni recoge rosas sin sentir espinas...

Nadie hace obras sin martillar sobre su edificio, ni cultiva amistad sin renunciar a si mismo.

Nadie llega a la otra orilla sin haber construido puentes para pasar.

Nadie deja el alma lustrosa sin el pulimiento diario de la vida.

Nadie puede juzgar sin conocer primero su propia debilidad.

Nadie consigue su ideal sin haber pensado muchas veces que perseguía un imposible.

Nadie conoce la oportunidad hasta que ésta pasa por su lado y la deja ir.

Nadie encuentra el pozo del placer hasta caminar por la sed del desierto.

Pero nadie deja de llegar, cuando se tiene la claridad de un don, el crecimiento de su voluntad,
la abundancia de la vida, el poder de realizarse y el impulso de si mismo.

Nadie deja de arder con fuego dentro sin antes saber lo que es el calor de la amistad.

Nadie deja de llegar cuando de verdad se lo propone.

Si usas todo lo que tienes y confías en ti ¡esfuérzate! porque...

¡¡¡VAS A LLEGAR!!!

Sin fe se puede perder un juego cuando ya estaba casi ganado...



Paulo Coelho

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